Si tienes suerte, te irás de vacaciones o de viaje y también irás a visitar a tu familia o a dormir en casa de amigos.
Pero, ¿sabes qué? ¡El asma siempre irá contigo! Por eso debes estar preparado.
Siempre que salgas lleva contigo tu plan de viaje y tus medicamentos, aunque sea para una sola noche.
Haz que la "hora del medicamento" forme parte de tus costumbres diarias. Elige alguna cosa que hagas todos los días, como lavarte los dientes, bañarte, comer (no olvides preguntar a tu médico si puedes tomar los medicamentos con comida) o irte a la cama y toma los medicamentos cuando vayas a realizar esa actividad.
Utiliza una lista de comprobación de los medicamentos cuando los tomes. Coloca esta lista en un sitio fácil de ver. Para que sea divertido, pídele a tu madre o tu padre estrellas de colores o calcomanías para ponerlas en la lista.
Pon la alarma de tu reloj para que suene cuando tengas que tomar el medicamento.
Si te parece que no puedes entender o seguir bien tu plan de acción contra el asma, habla con tus padres o tu médico. Ellos pueden explicártelo mejor y adaptarlo más fácilmente a tus actividades diarias.
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