Examen, diagnóstico y estadío del cáncer

Examen

Es importante que el paciente consulte a un médico de su entera confianza. El médico iniciará la investigación basándose en las señales y los síntomas que el paciente presenta. Una vez evaluados éstos, el paciente será sometido a algunos exámenes de detección, que son fundamentales para el diagnóstico.

A partir de los 50 años de edad, todas las personas deben realizarse los siguientes exámenes para la detección temprana del cáncer colorectal:

  • Examen de sangre oculta en heces: Algunas veces los pólipos y las lesiones cancerosas pueden sangrar; el objeto de este examen es detectar pequeñas cantidades de sangre que haya en las heces. En caso de que el resultado sea positivo, será necesario hacer otros análisis para determinar el origen de la sangre. Enfermedades no malignas como las hemorroides, pueden también sangrar. Pero ésto es algo qué solamente el médico puede definir.
  • Sigmoidoscopía: Este examen se hace con un sigmoidoscopio, un aparato que lleva una mini cámara en una de las puntas, y que sirve para observar el intestino por dentro. Si se detecta presencia de pólipos, el médico podrá extirparlos para hacer un estudio anatomopatológico.
  • Colonoscopía: Se hace con un colonoscopio, que permite observar el colon. En caso de que haya pólipos, el médico puede también extraerlos para el análisis anatomopatológico y hacer el diagnostico.
  • Enema con bario: Este examen se hace mediante la ingestión de una solución de bario y la introducción de aire dentro del recto, a fin de hacer una radiografía de la región. Tanto el bario como el aire ayudan a resaltar las imágenes del colon y del recto, permitiendo ver si hay o no presencia de pólipos.
  • Tacto rectal: El tacto rectal forma parte del examen físico del paciente. Este examen lo hace el médico cuando se ha manifestado alguna señal o síntoma sospechoso que debe ser investigado.

Aquellas personas que tengan mayores probabilidades de desarrollar un cáncer colorectal deben conversar con su médico para saber qué exámenes deben hacerse, a fin de lograr una detección temprana de la enfermedad (si la hubiera).

Diagnóstico

Una vez detectada la presencia de la lesión, en primer lugar hay que determinar si se trata de una lesión neoplásica (cáncer) o no. La presencia o ausencia de células malignas es indicada por el patólogo que analiza las muestras de biopsia, en caso de que hayan extirpado pólipos o muestras de lesiones sospechosas. Los resultados obtenidos se envían al médico responsable. El diagnóstico temprano del cáncer ofrece al paciente excelentes posibilidades de curar la enfermedad.

Estadío de la enfermedad

Si la biopsia confirma la presencia de células malignas, será necesario conocer la extensión (estadío) de la enfermedad. Esto se sabe al determinar si el tumor ha invadido tejidos próximos (metástasis), y de qué partes del cuerpo se trata.

En este momento seguramente se solicitarán nuevos exámenes, además de los ya hechos. Por ejemplo:

  • Examen de sangre para determinar la presencia de antígeno carcinoembrionario (ACE): Algunas personas con esta enfermedad tienen una alta concentración de este antígeno.
  • Colonoscopía: Si fuese necesario, podrá solicitarse una nueva colonoscopía, más minuciosa.
  • Radiografía de tórax: Para ver si le enfermedad se ha extendido a otros órganos como los pulmones, por ejemplo.
  • Tomografía computarizada: Es un examen que ayuda a observar todos los órganos del cuerpo. Así se puede diagnosticar si la enfermedad se ha extendido a otros órganos como hígado, pulmones, etc.
  • Resonancia magnética: Es un examen más sofisticado, que ayuda a determinar la presencia de lesiones cancerosas en otras regiones del cuerpo. Este examen se utiliza para observar el sistema nervioso y los vasos sanguíneos.

Estadíos del cáncer colorectal

Estadío 0: La enfermedad está localizada solamente en la parte interna del colon o del recto. Se le denomina carcinoma in situ.

Estadío I: El tumor ha crecido dentro de la parte interna del colon o del recto, pero no ha atravesado las paredes del intestino.

Estadío II: El tumor se extiende más profundamente por dentro y a través de las paredes del colon y del recto. La invasión de los tejidos próximos es posible, pero las células cancerosas no han llegado a los ganglios linfáticos.

Estadío III: El cáncer ha alcanzado los ganglios linfáticos próximos, pero no otras partes del cuerpo.

Estadío IV: El cáncer ha llegado a otras partes del cuerpo, como el hígado y los pulmones.

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