AUna apoplejía (o accidente vascular cerebral) es la lesión que sufre una parte del cerebro cuando disminuye o cesa súbitamente su riego sanguíneo. Esa parte del cerebro que queda privada de sangre muere y no puede seguir funcionando.
Cuando una arteria del cerebro se obstruye o se rompe, ya no llega sangre a esa parte del tejido cerebral. Hay varios tipos de apoplejías:
Trombosis cerebral: Ocurre cuando dentro de la arteria se forma un coágulo sanguíneo (trombo) y obstruye el paso de la sangre hacia esa parte del cerebro.Embolia cerebral: Ocurre cuando un fragmento ("émbolo") de un coágulo o de una placa aterosclerótica que se formaron en otro vaso sanguíneo del cuerpo se desprende y es arrastrado por la corriente sanguínea hasta el cerebro, donde obstruye alguna arteria. Una apoplejía lacunar es causada por la obstrucción de ciertos vasos sanguíneos delgados dentro del cerebro.
Una hemorragia cerebral ocurre cuando se rompe un vaso cerebral y la sangre invade el tejido vecino. En muchos casos ocurre de pronto, sin ningún síntoma previo. Suele ser consecuencia de la hipertensión arterial o, en menos casos, de un defecto vascular existente desde el nacimiento. La hemorragia cerebral es la causa de sólo 15% de las apoplejías, pero es la causa principal de éstas en personas jóvenes, y puede estar relacionada con el abuso de drogas.
Cualquiera de los factores siguientes puede aumentar el riesgo de una apoplejía:
Los síntomas de una apoplejía varían, dependiendo de la parte del cerebro que es afectada y de la extensión del daño. Los síntomas aparecen de repente, y pueden incluir:
Antes de la apoplejía puede haber síntomas de aviso, llamados ataques isquémicos transitorios, que ocurren cuando el riego sanguíneo del cerebro disminuye momentáneamente sin causar daño permanente. A veces se les llama "miniapoplejías", porque causan los mismos síntomas que una apoplejía, pero esos síntomas sólo duran minutos o pocas horas.
Llame a un servicio de urgencias si presenta cualquiera de esos síntomas. El tratamiento puede ser más eficaz si se aplica pronto. Cada minuto cuenta.
Si usted presenta síntomas de una apoplejía, hay que pedir una ambulancia o acudir inmediatamente a un servicio de urgencias.Basándose en sus síntomas y en el examen físico, su médico sabrá si usted está sufriendo una apoplejía.
Le harán las siguientes pruebas de laboratorio:
Si se sospecha una apoplejía, es importante llegar lo más pronto posible a un hospital. En muchos hospitales ahora se están tratando las apoplejías causadas por coágulos con medicamentos que los disuelven. Esos medicamentos pueden hacer que los síntomas cesen muy rápidamente, y pueden evitar la incapacidad prolongada o la muerte. Ese tratamiento sólo tiene efecto si se administra dentro de las tres horas siguientes a la iniciación de la apoplejía.
Muchos hospitales tienen también médicos especializados que pueden hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento apropiado rápidamente.
Todas las apoplejías requieren una observación cuidadosa, especialmente durante las primeras 24 horas. Además de permanecer en cama, probablemente usted necesitará soluciones intravenosas y oxígeno y tratamiento de los trastornos médicos subyacentes que puede haber causado la apoplejía, como la hipertensión arterial o las alteraciones del ritmo cardiaco.
Dependiendo de la intensidad de sus síntomas y de que esté consciente y pueda empezar a hacer ejercicio en cama o ya levantado, usted empezará un programa de rehabilitación. La mayoría de los programas de rehabilitación después de una apoplejía duran hasta varias semanas o meses después de salir del hospital, y consisten en terapia física (fisioterapia), terapia ocupacional y, si es necesario, terapia del habla.
La recuperación depende de la extensión del daño cerebral. Puede haber alguna mejoría rápida en los primeros días y semanas después de la apoplejía, y después puede seguir mejorando más gradualmente. Si la mejoría no se inicia en una a dos semanas, es posible que no se recuperen totalmente los movimientos y el habla. Sin embargo, algunos pacientes siguen recuperando el habla y la fuerza muscular hasta un año después de una apoplejía. Al final del programa de rehabilitación su médico le podrá decir con mayor exactitud cuánta mejoría adicional puede esperar.
Comente con su médico la causa de su apoplejía, y siga sus recomendaciones sobre cómo evitar otro ataque. El le puede recomendar cambios en su alimentación, ejercicio regular y procedimientos para controlar el estrés.
Si usted tiene alta la presión arterial, es preciso que la controle con medicamentos.
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Revisado el: 06/07/01
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