El virus de la hepatitis C se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada, por lo que existen numerosas vías de transmisión1
Las transfusiones de sangre y de sus componentes provenientes de bancos de sangre que no realizan pruebas de escrutinio para hepatitis C.
Las intervenciones médicas y dentales en las que el equipamiento no es esterilizado en forma adecuada.
Nacer de madre infectada con el virus
Compartir jeringas para la administración de drogas inyectables
Compartir elementos para inhalar cocaína.
Compartir máquinas de afeitar y cepillos dentales.
Realizarse tatuajes o piercings con equipos o materiales no esterilizados en forma adecuada1.
Aunque raramente, el virus se transmite a través de otros fluidos corporales1, existe la posibilidad de contraer la infección a través de relaciones sexuales sin protección8 10.
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