El síntoma más común de un linfoma es un aumento en el tamaño de los ganglios del cuello, de la parte superior del pecho, del mediastino (interior del pecho), de las axilas, del abdomen o de las ingles, y que no produce dolor. El crecimiento de los ganglios en otras partes del cuerpo ocurre con menor frecuencia. Otros síntomas son fiebre, sudores nocturnos, fatiga, pérdida de apetito, pérdida de peso y comezón.
Pocas veces se inicia la enfermedad en otras partes del cuerpo como huesos, pulmones o piel. En estos casos, los pacientes suelen presentar síntomas relacionados con el lugar como dolor de huesos, tos, dolor en el pecho, erupciones y tumores en la piel.
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