El blanco de las nuevas estrategias terapéuticas no es solamente la célula del mieloma, sino también la médula ósea. El tratamiento del mieloma múltiple busca controlar la enfermedad y, sobre todo, dar una mejor calidad de vida al paciente.
Algunos medicamentos que se utilizan actualmente tienen este objetivo; y hay estudios clínicos en marcha que intentan ofrecer tratamientos diferenciados, más efectivos y con menos efectos colaterales.
Bortezomibe: Se utiliza en pacientes que recibieron tratamiento previo sin haber tenido una respuesta eficaz; puede ser utilizado en forma aislada o en combinación con otras drogas.
Talidomida: Es utilizada en asociación con dexametasona en pacientes refractarios al tratamiento. Puede ser usada junto con otras drogas como el bortezomibe.
Lenalidomida: Se utiliza junto con dexametasona en pacientes con recidiva de la enfermedad y en pacientes han recibido un tratamiento previo con diferente esquema.
Trióxido de arsénico: Ha sido utilizado en pacientes que tienen estudios clínicos con recidiva de la enfermedad, y que han sido refractarios a otros tratamientos.
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