VIH: mito y realidad

El VIH causa una enfermedad muy grave que debilita el sistema inmunitario, volviendo al organismo incapaz de defenderse de bacterias, virus, hongos, parásitos y otras enfermedades.



Aunque todavía no existe cura para el VIH/SIDA, se dispone de diversos tratamientos farmacológicos que ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad. Las personas con VIH también pueden mantenerse lo más sanas posible tomando alimentos nutritivos, haciendo ejercicio regular y reduciendo el estrés en sus vidas. La educación también es un arma importante en la lucha contra el VIH/SIDA. Este folleto proporciona información sobre el VIH/SIDA que puede resultar beneficiosa para los pacientes, su familia, sus amigos y los profesionales sanitarios.

Mito Realidad
Poco después de la infección por el VIH aparecen síntomas físicos evidentes.

Algunas personas presentan fiebre, dolor de garganta, fatiga y pérdida de apetito en las tres a seis semanas posteriores a la infección. Sin embargo, el 30-50 % de las personas infectadas por el VIH nunca experimentan síntomas en la fase inicial de la infección.

Toda persona positiva infectada con el VIH tiene el SIDA.

Si una persona da positivo en la prueba del VIH, significa que está infectada por este virus. El SIDA es un trastorno médico que se desarrolla cuando el sistema inmunitario está ya gravemente debilitado por el VIH. Algunas personas infectadas por el VIH pueden vivir durante 10 años o más sin desarrollar ninguna enfermedad definitoria de SIDA.

Las mujeres no tienen que preocuparse por la posibilidad de contraer el VIH/SIDA.

El número de mujeres infectadas por el VIH está aumentando. Las mujeres pueden infectarse al mantener relaciones sexuales vaginales, orales o anales sin protección con una pareja infectada por el VIH, al compartir agujas o jeringas contaminadas para administrarse drogas intravenosas o al recibir una transfusión de sangre contaminada. También pueden transmitir el VIH a su hijo durante el embarazo, el parto o a través de la lactancia materna.

El VIH es una sentencia de muerte.

El VIH es un proceso grave para el que actualmente no existe curación. Sin embargo, algunas personas con VIH/SIDA han disfrutado de una vida productiva durante 10 años o más, y hay algunos casos de personas infectadas por el VIH que aún no han desarrollado el SIDA. Las personas infectadas por el VIH pueden mejorar activamente su salud y bienestar al comer alimentos nutritivos, hacer ejercicio de forma regular y educándose a sí mismos sobre la enfermedad y los tratamientos disponibles.

Todas las personas con VIH desarrollan un sarcoma de Kaposi.

El sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer caracterizado por la aparición de lesiones cutáneas rojo violáceas. Como este proceso parece estar limitado a un grupo específico de pacientes (el 96 % de los casos de sarcoma de Kaposi son hombres homosexuales positivos para el VIH), ha disminuido su importancia como indicador del VIH/SIDA.

La prueba para el VIH detecta la presencia de VIH en la sangre.

La prueba del VIH habitual detecta la presencia de anticuerpos específicos contra el VIH producidos por nuestro organismo en respuesta a la infección por el virus.



  • Cada día se producen en promedio 10.000.000.000 (diez mil millones) de virus (VIH) nuevos.
  • Las mujeres infectadas por el VIH pueden transmitir el virus a su hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
  • En un estudio reciente se demostró que las personas que tenían niveles altos de VIH en la sangre seis meses después de la infección desarrollaban SIDA mucho más rápidamente que las que presentaban niveles bajos del virus en la sangre.

La tensión emocional intensa, como la depresión, puede debilitar el sistema inmunitario.

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